viernes, 14 de enero de 2011

Don Ricardo

Ya sé que tenía siglos que no escribía, pero es que la vida va transcurriendo rápido y hay veces que se me imposibilita hacerlo, aunque lo extraño. 


Este escrito me lo enviaron el mismo día que le dimos sepultura a mi padre y fue justamente en un tapón ya camino a la casa, que lo leí, y me encantó. Lo escribió Ricardo Arjona para su padre que también había fallecido hacía solo unos días antes que papi. Me lo encuentro perfecto y me trajo mucha paz, aunque todavía no se porque. Ahí se los dejo!!!


Recién graduado de maestro, allá por los años 40, tomaste el tren de las coincidencias  persiguiendo en mapas las coordenadas  que te llevarían a la plaza de maestro que te otorgó el ministerio de educación al otro lado de tu mundo en San Agustín, Acasaguastlan.  Además, para tu suerte,  te toparías con Mimi, la maestra  más guapa del lugar. Ahí, serías por primera vez el Profe a tus apenas 19 años. Pero además:  El rey de la serenata y la bohemia, el príncipe del billar y el enamorado de la vida y las mujeres, hasta que Doña Mimi te marcó las reglas del juego. Yo ya te admiraba y me faltaban años por nacer. A veces llegué a pensar que en el banco de niños soborné a algún ángel de poca vocación para que me brindara el milagro de poder ser hijo de alguien tan extraordinario como vos. De lo contrario, como explicar tantísima suerte. Te enamoraste de Mimi y nacieron mis hermanas y cuando parecía que la cosa se quedaba asi, el ángel corrupto se aprovechó de una noche de descuido y tuviste un accidente al que después llamarías justamente como vos, yo.
Te acordás cuando vacié la alcancía de mi hermana para dedicarme a las apuestas en el billar  con apenas 13 años?  yo ya me codeaba con los adultos en el sitio aquel y cuando me descubrieron te esperé en la sala para recibir el castigo que  me merecía. Entraste despacio, me viste y me dijiste con voz calmada: “ponete zapatos que vamos a salir” Me llevaste a un barrio lejano en un autobús público, entramos a unos billares de los que no me acuerdo el nombre, pediste que te alistaran una mesa y me preguntaste: ¿ “que te gusta jugar” ? bola negra te dije. Jugamos 7 partidos y los 7 me los ganaste sin dificultad. Cuando metiste la bola negra en el ultimo juego me dijiste : “MIRA SI HAZ PERDIDO TU TIEMPO, LE ROBASTE A TU PROPIA HERMANA, DESCUIDASTE TUS ESTUDIOS ...Y NI SIQUIERA JUEGAS BIEN” . Pusiste el taco en la pared y te fuiste. Tuvieron que limpiar con un trapo las lagrimas que boté aquella tarde y no hubo trapo que limpiara en mi interior la lección  que me dejaste. Cuando me tocó crecer físicamente lo hice mucho más que vos. Yo llegue al metro noventa y cuatro y vos te quedaste en tu metro sesenta y nueve que con los años fue disminuyendo. A pesar de la diferencia, siempre te vi para arriba, porque para mi, no había nadie en el mundo más grande que vos. Te sorprendí viejo en aquel juego de Futbol, hace apenas unos años, cuando detuviste la chamusca y me llamaste la atención enfrente de todos y me dijiste:  ``SE QUE EN ESTE DEPORTE LOS PASES EN PROFUNDIDAD SE PONEN METROS ADELANTE DEL JUGADOR Y EN DIAGONAL….PERO YO TENGO 70 AÑOS CABRON, A MI PONEMELA EN LAS PATAS.  Hace apenas 4 años, a tus 71, andabas de mochilero recorriendo Europa. Haciendo safaris en las tierras mas escondidas del África o viajando cada fin de semana con mi madre a cualquier lugar. Igual un palacio, igual un puesto de comida sacudiendo moscas en la carretera. Jamás te quejabas y te sorprendías por todo. ¿ habrá manera más feliz de vivir? Te extrañé cuando me fui  a México, pero siempre supiste que este oficio fue todo culpa tuya, que vos me pusiste la primer guitarra en las manos y me enseñaste los primeros acordes con aquellas cuerdas de metal que ampollaban mis dedos de niño de 7 años.
 Hoy, mi biografía es un rosario exhibicionista de logros, tengo lo que no llegué a soñar nunca y a pesar de todo eso, cada vez que despierto en las mañanas,  le pido al cielo que me permita ser por lo menos,  solo un poquito como vos.
Alguien decide las llegadas y las partidas en esta obra de teatro que se nos otorga solo por un ratito. ``DESDE EL PARTO YA COMPARTIMOS LA EPIDEMIA…DE ESTE SINDROME DE LA CADUCIDAD´´ Sentado en tu lecho de enfermo, tomo tu mano y apenas siento vestigios de la fuerza que ostentaste siempre. No estoy seguro si entendes lo que te digo, pero tus ojos me dicen claramente que sabes a ciencia cierta que tenes contigo mi amor indescriptible, mi admiración y mi profundo respeto. A tu lado, inamovible, ese roble de vitalidad y solidaridad que escogiste como tu compañera de toda la vida, la Mimi, mientras la Ingue y la Vero multiplicándose para que no te haga falta una gota de vida de donde quiera que se consiga. 
Hace 75 años el mundo fue un mejor lugar desde que lo poblaste, hoy, seguro vas a convertir en un mejor lugar,  a donde quiera que vayas.
El día que a mi me toque, espero encontrarme al mismo ángel sin vocación, para sobornarlo de nuevo a cualquier precio y  me de la posibilidad de volverme a encontrar contigo, donde quiera que sea.
 
Te amaré siempre.
Tu hijo
Ricardo Arjona

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